Menéndez-Ponte, María: LAS DOS CARAS DEL PLAYBOY


Ed. SM, colección Gran Angular. Alerta roja, 50

Madrid, 2002, 9ª edición, 109 págs.


Sobre la autora:




Reseña publicada en la revista Añoleer, 

de los clubes de lectura municipales de Añover de Tajo. Enero 2010. 


Los alumnos de 2º y 4º de la E.S.O. de nuestro instituto (IES San Blas, Añover de Tajo) han tenido este primer trimestre como lectura obligatoria Las dos caras del Playboy, de María Menéndez Ponte.  Esa es la razón por la que las madres –y algunos padres también- del club de lectura hayamos leído esta novela, que pone de relieve los problemas que les surgen a nuestros chicos cuando dejan de ser niños y despiertan a esa nueva y desconcertante etapa de la adolescencia.

La preocupación por el sexo, las dudas, la curiosidad por conocer, la falta de madurez y timidez, unidas a la presión -tan importante- de los amigos, siempre dispuestos a meterte en aprietos… son los ingredientes que sumen al protagonista, Marcos, en una situación angustiosa, de la que sólo podrá empezar a salir gracias a la intervención de don Aurelio, su tutor, un personaje extraordinario por las ponderadas opiniones que transmite a sus alumnos. Varios son sus “mensajes-clave”: como que es necesario un acercamiento sincero al otro  o que la sexualidad es algo natural, que emana del sentimiento, no de lo puramente fisiológico -“de vosotros depende que ese descubrimiento sexual sea un instinto puramente animal o se convierta en algo maravilloso, que os permita crecer como seres humanos” –les dice en una de sus charlas-. “¡Qué tío más majo es don Aurelio!” –comenta el protagonista-

El origen del “problema” surge cuando Marcos,  por encargo de su amigo Nacho, compra un número de la revista Playboy. A partir de ese momento padece una serie de avatares, tanto en casa como en el instituto, fruto de su nerviosismo e inexperiencia, que le hacen creer que se trata de una maldición –la típica sensación de pecado ante lo prohibido-. Y lo peor es que, por mucho que lo intenta, no es capaz de deshacerse de la dichosa revista. 

Las situaciones que van surgiendo rozan el absurdo: una hermana pequeña que le chantajea y que sabe más de amor que él mismo; la revista que destiñe en el cajón de las toallas, tras intentar tirarla por el retrete; una declaración a “lo Superman”; la típica apuesta entre chicos para hacerse el gallito ante los amigos… Momentos todos ellos de tensión y angustia para él, pero que al lector le resultan de lo más divertidas. 

En definitiva: un libro distendido en el que los adolescentes se sienten verdaderamente identificados y los adultos pasamos un rato entretenido.

                                                       Mabel Sánchez y Araceli González.

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