"Una metáfora que nos invita a reflexionar sobre el verdadero sentido de vivir en pareja"
Ed. RBA bolsillo. Barcelona, 2003. 237 págs.
Para el autor de Déjame que te cuente y Cuentos para pensar, Jorge Bucay (Buenos Aires, 1949), una parte esencial de su quehacer como psicoterapeuta gestáltico consiste en relatar a sus pacientes narraciones llenas de sentido que arrojan luz sobre los más significativos problemas de la condición humana. Ese es la finalidad de esta novela, escrita al alimón con Silvia Salinas, psicoterapeuta de la misma escuela, especializada en parejas.
Contraportada:
Un extraño error provocado por un servidor de correo electrónico provoca el encuentro entre un hombre y una mujer. Roberto,un soltero bastante mujeriego y algo cansado de su vida rutinaria, se ve envuelto de forma misteriosa en el intercambio de mensajes entre dos psicólogos que hablan sobre el amor y la pareja. Poco a poco, Roberto se sentirá cada vez más atraído por la historia y querrá ser partícipe de ella, dando lugar a una situación fascinante que culminará en un final totalmente inesperado.
Valoración:
Un libro de reflexión hacia nuestro interior, hacia la toma de consciencia sobre nuestra infancia, nuestras experiencias, pensamientos, actitudes y actuaciones; y cómo todo se ve proyectado y determina nuestra relación de pareja. En palabras del autor, «creo que tengo que resolver algunas cosas mías para poder merecer estar contigo.»
Frases:
«Uno de los aspectos esenciales a ver al otro, tan alejado de nuestro ideal y distante de lo que fue nuestra imagen inicial, es nuestra propia incapacidad de aceptar en nosotros algo de aquello que criticamos.»
«El amor se construye entre dos y basta que uno juegue en contra para que lo conseguido se destruya.»
«Las dificultades son parte integral del camino del amor. No podemos concebir una relación íntima sin conflictos.»
«Hagamos con la vida posible… lo mejor posible.»
«Sufrir porque las cosas no son como yo me las había imaginado no sólo es inútil, sino que además es infantil.»
«Pensar que el amor nos salvará, que resolverá todos nuestros problemas y nos proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, sólo nos mantiene atascados en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es el poder de transformarnos.»
«La mirada del otro me muestra lo que mis ojos no pueden ver.»
«El mejor, el más preciso y cruel de los espejos, es la relación de pareja: es el único vínculo en el que pueden reflejarse de cerca mis peores y mis mejores aspectos.»
«Quiero que me escuches con escucha verdadera, con la oreja que le ponemos al interés, al deseo, al amor.»
«Un encuentro no puede forzarse: se da o no se da.»
«Mientras con el dedo índice señalas al acusado, tres dedos señalan en dirección a ti mismo… El dedo medio, el anular y el meñique te están diciendo que quizás tú mismo seas tres veces más avaro, tres veces más tonto y tres veces más agresivo que aquel a quien acusas.»
«Nunca odiamos tanto a alguien como aquel a quien amamos.»
«Mucha gente vive arrancada de sí misma, conectada sólo con lo que piensa y sin idea de lo que realmente siente. Así es muy difícil entregarse al amor. Para amar es imprescindible atreverse a mirar hacia dentro.»
«Los dolores que no pudimos expresar en nuestra infancia los cargamos como una mochila, y se expresan en nuestras reacciones antes de que nos demos cuenta.»
«Cuando vivimos una relación, los enfados y dolores no resueltos en el pasado los plasmamos en el presente con el otro a través de nuestras reacciones.»
«Hay personas que pueden ser brillantes en el nivel adulto, pero cuando se retiran a la intimidad de sus relaciones más comprometidas no son más que niños infinitamente necesitados que reaccionan ante la falta de cariño, de atención o de reconocimiento.»
«Justamente lo que al principio nos atrae es la diferencia. Me completo con mi pareja porque justamente ella puede hacer cosas que yo no puedo hacer, y viceversa.»
«El acto de dar es un recibir en sí mismo: yo recibo el placer que recibas algo bueno que tengo para darte. Recibo la alegría de que me escuches y valores lo que te doy. No tiene sentido dar esperando algo fuera del acto mismo de dar.»
«Si quieres que tus sueños se hagan realidad, despierta.»
«No basta con los sueños, no basta con la fantasía, no basta con las ilusiones, no basta con el deseo y con los proyectos… Y, sin embargo, sin ellos no hay camino.»
«Si para estar con otro tengo que renunciar a ser yo mismo, la cosa no va a funcionar.»
«Tenemos miedo de que los demás puedan ver nuestra deficiente identidad, de que se den cuenta de que no somos como nos mostramos y, por lo tanto, que no somos merecedores de su amor.»
«Nos da tanto miedo entregarnos, fundirnos con el otro, que sólo podemos hacerlo parcialmente. Es un intento de protección contra los dos grandes monstruos: el rechazo y el abandono.»
«La gente suele quejarse de no ser querida cuando el verdadero problema es que no sabe querer.»
«El amor pasa por poder pensar en lo que el otro necesita y en disfrutar si el otro está bien, todo ello de forma totalmente independiente de si está a mi lado.»
«Abrazar es dar con los brazos abiertos y el que da con los brazos abiertos recibe con todo el cuerpo. Así unidos, los dos integrantes se desplazan en el espacio, pero no es un espacio cualquiera. Al contrario, es un espacio creado por los dos.»
«Para estar vivo de verdad debes renacer, y para eso antes debes morir y, para eso, antes debes despertar.»
«Cuando nos abrimos a la intimidad, al amor, al encuentro, nos exponemos también a sufrir y a sentir dolor.»
«Los cuentos que se inventa cada uno no serían tan graves de no ser porque terminan por convertirse en profecías que se acaban haciendo realidad.»
Y dejo para el final mi favorita:
«Todas nuestras acciones coherentes empiezan en un sueño, eso que vulgarmente llamamos fantasía. Si nos adueñamos de esa fantasía y nos la probamos como si fuera una camisa, la fantasía se transforma en una ilusión. Si dejo que esa ilusión anide en mí, si la riego y la dejo crecer, un día se vuelve deseo. Llegado a ese punto, quizás sea capaz de imaginarme a mí mismo llevando a cabo ese deseo, haciéndolo realidad. En ese momento, se convierte en proyecto. De aquí en adelante sólo me resta elaborar el plan, la táctica o la estrategia que me permita ser un fantástico mago que materialice la realización de mi sueño.»
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