EL ESCARABAJO DE ORO. LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE. Edgar Allan Poe






Año 1ª edición: 1843

Ed. Vicens Vives, 1988
160 pág.

Leído en el club de lectura de la biblioteca municipal de Añover. Diciembre de 2011.


El autor

Edgar Allan Poe (Bostón, EE.UU, 19 enero 1809- Baltimore, EE.UU, 7 octubre 1849).
Escritor, poeta, crítico y periodista romántico, conocido como uno de los maestros universales del relato corto, especialmente cuentos de terror. Considerado el inventor del relato detectivesco y el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, 
lo que tuvo lamentables consecuencias para él (su muerte aún es un misterio).



EL ESCARABAJO DE ORO


Argumento

Relato de aventuras-misterio narrado anónimamente por un amigo de William Legrand, quien, tras sufrir problemas económicos, se trasladó a la isla Sullivan,  donde fijó su residencia, dedicado a la caza, la pesca y a realizar excursiones, acompañado de su sirviente negro, Júpiter.

Una tarde, el narrador, amigo de Legrand lo visitó y se enteró que Legrand había encontrado un escarabajo de oro. No lo vio porque Legrand lo había entregado a un teniente. Esa tarde los dos amigos tuvieron algunos malentendidos, así, el narrador se despidió y se fue a su casa.

Un mes después el narrador recibió la visita de Júpiter, quien le entregó una carta escrita por su amo: Legrand quería verlo. En el acto partieron los dos.

Legrand lo recibió con cortesía y le dijo que lo acompañara a una expedición por las colinas. El narrador incialmente no quiso, pero luego aceptó y así partieron Legrand, Júpiter, el narrador y el perro. 

Cuando llegaron a un árbol frondoso, Legrand le ordenó a Júpiter que subiera con el escarabajo pendido de una cuerda. Júpiter subió decidido y llegó hasta una calavera. Legrand le dijo que pasase el escarabajo por el ojo izquierdo de la calavera y Júpiter lo hizo. El escarabajo descendió a la tierra.

Legrand marcó el punto donde había caído el escarabajo, hizo algunas mediciones y empezaron a cavar sin éxito en busca. Legrand se irritó con Júpiter porque se había equivocado al determinar el ojo izquierdo de la calavera y empezaron otra excavación, encontrando después de unas horas el cofre ansiado.

Entonces Legrand le confesó al narrador la forma cómo había llegado a conocer la presencia del tesoro. Dijo que había encontrado el escarabajo de oro con un pergamino. El pergamino contenía un criptograma que Legrand había descifrado, y había pertenecido a un pirata que había enterrado su apreciado tesoro.

El criptograma era este:

53‡‡†305))6*;4826)4‡.)4‡);806*;48†8
¶60))85;1‡(;:‡*8†83(88)5*†;46(;88*96
*?;8)*‡(;485);5*†2:*‡(;4956*2(5*—4)8
¶8*;4069285);)6†8)4‡‡;1(‡9;48081;8:8‡
1;48†85;4)485†528806*81(‡9;48;(88;4
(‡?34;48)4‡;161;:188;‡?;

Decodificado y traducido, el mensaje era:

"Un buen cristal en el hostal del obispo en la silla del diablo
cuarenta y un grados y trece minutos nororiente y por el norte tronco principal
séptima rama lado oriental disparar el ojo izquierdo de la cabeza de muerto
una linea de abeja del árbol a través del tiro quince metros fuera".


Tiempo y espacio

La mayoría del tiempo se lleva a cabo en espacios exteriores: la isla en la que se encuentra la cabaña donde viven William y Júpiter; y la región donde se produce el descubrimiento del tesoro.

El tiempo corresponde a la primera mitad del XIX. Se produce, sin embargo, un importante flash back cuando Legrand les cuenta a Júpiter y al narrador cómo descubre las claves que le conducen al hallazgo del tesoro.


Estructura

En el planteamiento se narra la visita del narrador a su amigo William Legrand, el relato del descubrimiento que ha realizado y cómo le pide ayuda al narrador mediante la carta de Júpiter. 

En el nudo trata sobre la empresa para encontrar un supuesto tesoro. 

En el desenlace, tiene lugar  el hallazgo y le revelación de Legrand al criado y a su amigo, de cómo obtuvo las pistas de la ubicación del tesoro, y a quién pertenecía.
 
 


LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE


Los crímenes de la calle Morgue es un cuento del género policíaco y de terror,  publicado por primera vez en la revista Graham's Magazine, de Fliladelfia (abril,1841). Se trata del primer relato de detectives propiamente dicho de la historia de la literatura.


Argumento

El cuento narra el bárbaro asesinato de dos mujeres, madre e hija, en un apartamento de una populosa calle de París. 

Las primeras pesquisas que lleva a cabo la brigada de investigaciones no dan resultado alguno, evidenciándose la impotencia de la policía para esclarecer los hechos. 


Finalmente se hace cargo del asunto un detective aficionado, A. Dupin, quien, tras intensa y brillante investigación, ofrece una explicación extraordinaria.



Comentario

Los Asesinatos de la Rue Morgue, aparte del primer relato policíaco, es igualmente el primer misterio de "habitación cerrada", en el que se reta al lector a resolver un enigma aparentemente insoluble y planteado en un ámbito muy concreto y delimitado. 

Los temas del cuento son dos esencialmente: la brutalidad ciega y su oponente dialéctico, el raciocinio, o, en un nivel metafórico, las tinieblas y la luz; y, como en todo relato detectivesco que se precie, ésta al final saldrá triunfante.

Para su composición el autor se inspiró libremente -como en otras ocasiones- en un caso real, así como en el personaje del inspector de policía parisino Vidocq. Este celebérrimo agente estaría detrás del inefable protagonista, el detective Monsieur Auguste Dupin, personaje que a su vez, nadie lo pone en duda, constituye el principal modelo para el Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle.

El relato, entre los más largos que escribió Poe, es el primero de una serie que completarán en los años siguientes "El misterio de Marie Rogêt" y "La carta robada". Los tres citados, junto con "El escarabajo de oro" (cuento también de raciocinio, pero de estilo más bien aventurero), evidencian una tendencia muy acusada en su autor:  la investigación lógica y analítica.


Paul Valéry destacó por encima de todas esa singularísima capacidad en el norteamericano: el glorioso intelecto, la inteligencia pura, una de las más preclaras en la historia del arte, asegura el poeta francés, y que Poe desarrolló de modo extenso y con evidente fruición, principalmente en dos planos: en este analítico y materialista de sus relatos de detectives, y en el mucho más abstracto y especulativo de sus relatos llamados metafísicos ("El poder de las palabras", "El coloquio de Monos y Una"…) y su poco y mal comprendida disertación cosmogónica "Eureka".


"Los crímenes de la calle Morgue" es singular, dentro de la obra cuentística de Poe, porque en él, como en los otros citados, brilla por su ausencia el componente imaginario y fantasmagórico. «Supongo que bien puedo decir que ninguno de los dos cree en acontecimientos sobrenaturales», declarará Dupin en un momento de su deslumbrante deductiva.

Pero en este relato analítico se aprecia algún matiz diferencial con respecto a los posteriores. Siendo Poe su responsable, la truculencia morbosa tenía que aparecer por algún sitio, dado lo escabroso del tema elegido. 

Así, el resultado final, el intenso escalofrío que produce la historia, parece debido al explosivo cóctel que se nos ofrece y en el que actúan alternativamente el frío razonamiento inductivo y las escenas dinámicas, aunque sólo sugeridas, de monstruosa violencia, algunas de las más terroríficas imaginadas por su autor. 



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