Sobre el autor y la obra:
Valoración:
Lo más interesante de esta obra es que Pennac, profesor de Literatura en un instituto, dedicado a acercar los textos literarios a sus adolescentes alumnos, hace una defensa de la lectura como un acto placentero, que atrape, que cautive; y también, ¿por qué no? que dé libertad al lector a abandonarla si no es de su agrado.
Aviso a navegantes:
¡Valioso mensaje para los docentes que nos dedicamos a crear futuros lectores! Y una buena razón que abala mi tesis:
Todas esas fichas de comprensión lectora con las que "torturamos" a nuestros alumnos tras la lectura, con las que muchos -yo no me cuento entre ellos- creen que garantizan su objetivo, bien podrían estar en la sección "Cómo aborrecer la lectura para siempre". ¡Qué triste! ¡Cuántos potenciales lectores se habrán quedado por el camino por el rechazo que les producía rellenar esas tediosas fichas!
Por lo que a mí respecta, hace años que abandoné esta errónea práctica: en mis clases de los primeros niveles de Primaria, donde se fraguan los futuros lectores, lo tengo muy presente y en las sesiones de animación a la lectura hacemos de todo, menos escribir: comentamos, leemos fragmentos, compartimos ideas, recomendamos, inventamos, imaginamos, dibujamos, dramatizamos... Mil y una actividades que hacen de estas sesiones las más deseadas de la semana.
Y para enmarcar en la puerta de la biblioteca escolar, los 10 derechos del lector:
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