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Ed. Plaza & Janes, Barcelona, 349 págs. |
Sobre Isabel Allende
La novela
"En medio del invierno, aprendí por fin que había en mí un verano invencible".
Esta cita, de Albert Camus (1952), con la que se abre y cierra la obra, es la metáfora del momento existencial en que conocemos a los tres protagonistas de esta novela: Lucía y Richard, dos profesores de universidad, ella chilena, él neoyorquino; y Evelin, una joven inmigrante indocumentada de Guatemala.
Tres personajes muy distintos, aparentemente, de procedencias muy dispares pero que, por extrañas razones, confluyen una noche fría de invierno en el piso de Brooklyn, propiedad de Richard, donde inician una aventura en común, que les unirá de por vida; y, entre pausas, una regresión a sus vidas pasadas, donde encontramos las claves del punto en que cada uno se encuentra en el presente; vidas que, por encima de esa aparente disparidad, mantienen muchos tramos paralelos y que bien podrían resumirse en ese "invierno" existencial por el que están pasando.
La vida de miseria de los pueblos indígenas versus la opulencia de la gente sin escrúpulos de la gran urbe; la inmigración, las injusticias sociales, el tráfico humano, la crueldad de las maras hispanas, la violencia de gº; adicciones, supersticiones, corrupción política, policial... son algunos de los muchos temas que se van desgranando en los continuos saltos narrativos entre el pasado y el presente, y que nos mantiene intrigados hasta el final, en el afán de ir recomponiendo el puzzle de la narración.
Otros temas para el debate:
(...) Honduras, El Salvador y Guatemala, lo que ahora llamaban el Triángulo del Norte, el lugar más violento del mundo que no estaba en guerra, y en tanto tiempo no había aprendido a convivir con la injusticia y la desigualdad".
(...) reorganizar el Sanctuary Movement de los años ochenta (...) explicó que fue una iniciativa de más de quinientas iglesias, abogados, estudiantes y activistas estadounidenses para ayudar a los refugiados, que eran tratados como delincuentes y deportados por el gobierno de Reagan" (pág. 81).
"El tema de la noche fue la intervención de la CIA en Latinoamérica, que contribuyó a derrocar democracias y reemplazarlas por el tipo de gobierno totalitario que ningún norteamericano toleraría".
"A sus estudiantes les predicaba que el orden es un arte de los seres racionales, una batalla sin tregua contra las fuerzas centrífugas, porque la dinámica natural de todo lo existente es la expansión, la multiplicación y el caos; como prueba bastaba observar el comportamiento humano, la voracidad de la naturaleza y la complejidad infinita del universo. Para conservar al menos una apariencia de orden él no se descuidaba, mantenía su existencia con precisión militar. Para eso servían sus listas y su estricto calendario (...)"
Personalmente, Isabel Allende es una de mis escritoras hispanas favoritas. Su particular habilidad para atraparnos y tocarnos la fibra con el realismo -no falto de crudeza- de una historia que llegamos a sentir tan vívida; su estratégica fórmula de irnos desvelando paulatinamente la personalidad de cada uno de los personajes -tanto por sus propias confesiones, como por las percepciones que despiertan en los demás-; y el aderezo de una justa dosis de intriga, son en mi opinión, su gran baza para no dejarnos indiferentes.
Más allá del invierno, en fin, es una novela denuncia de las grandes injusticias de este mundo, una cruda constatación de las grandes tragedias que condenan nuestras pequeñas existencias a la infelicidad; pero, por otro lado, una muestra de la resiliencia humana; una ventana abierta a la esperanza, pues -en alusión a la cita de Camus-, más allá del invierno, siempre hay al fin "un verano invencible".
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