Charco Olea del, Buenaventura: TE ESTÁS JODIENDO LA VIDA.

Ed. Planeta, Barcelona, 2023
300 págs.

 

El autor:

Buenaventura del Charco Olea, licenciado en psicología por la universidad de Granada en 2010,  compagina tareas de docencia con la labor sanitaria en sus dos consultas,  Marbella y Granada.

"Siempre he sido un tío crítico y curioso, lo que me ha llevado a estudiar y formarme en las cuatro principales corrientes de psicoterapia (psicoanálisis, cognitivo-conductual, humanismo y sistémica) tanto en mi praxis clínica en la consulta como en mi actividad docente en la universidad. En mi opinión, lo importante es la relación humana que se construye entre el paciente y el terapeuta, basada en la aceptación incondicional, la empatía y señalar la realidad de las cosas, por dolorosas o duras que sean" (https://www.buenaventuradelcharco.es/).

Activo en redes sociales, se manifiesta abiertamente "Hasta los cojones del pensamiento positivo" -título de su anterior y primer libro"- y defensor de la psicología humanista y la filosofía existencialista (pág. 271).

"¿Estás cansado de una psicología basada en «ver el lado bueno y ser optimista» o en un montón de técnicas que no aguantan un asalto con la vida real? Como Psicólogo en Marbella, defiendo una visión de la psicología más realista y humana, basada en ayudar a mis pacientes a entender lo que les ocurre realmente y a enfrentar esos problemas tomando decisiones duras, pero necesarias" (https://www.buenaventuradelcharco.es/).

La obra

Libro en mano, con el subtítulo: "Olvídate de tu mejor versión y sé tú mismo" y una ilustración de portada bastante explícita, en la contraportada podemos leer:
"Los nuevos gurús de la industria de la autoayuda nos repiten machaconamente frases como "Sé tu mejor versión" "Consigue tus objetivos y serás feliz". Hacen depender el valor de los individuos de su productividad y sus logros, deshumanizándolos. Así, nos vendemos a través de las redes sociales como si fuésemos un producto y nos exigimos cada vez más, en un afán de perfeccionismo insaciable que nos genera ansiedad, depresión, estrés y frustraciones. 
Debemos reivindicar nuestra humanidad y nuestros valores personales. Empezar a ser nosotros mismos y sentirnos satisfechos con lo que realmente somos para tratarnos con decencia y respeto.  
Seamos auténticos y honestos y dejemos que los demás, si quieren, sigan jodiéndose la vida tratando de mejorar su versión de sí mismos ante un juez interior imposible de satisfacer."

Consecuentemente, los contenidos que encontramos en sus 300 págs., incluyendo algunas ilustraciones de René Merino, son:

  • La verdadera pandemia del siglo XXI.
  • La plaga del perfeccionismo.
  • El nuevo producto: las personas.
  • La industria del desarrollo humano y la felicidad.
  • Autoexigencia y autocritica.
  • La tiranía de tu voz crítica.
  • El valor de la congruencia.
  • El valor de lo que no valoramos.


Mis notas:

  • Las "variables que nos están jodiendo a base de bien (...) se pueden agrupar en tres categorías: en primer lugar, la precariedad. En segundo lugar, la tristofobia e incapacidad de relacionarnos con el malestar. Y, en tercer lugar, y de esto va el libro, el perfeccionsmo y la autoexigencia" (pág. 26).
  • En la misma línea crítica que manifiesta contra el pensamiento positivo, el autor coloca el coaching:
"(...) el fallo está en su propia concepción, en su forma de ver las cosas (...) alcanzar objetivos es la clave (...) el coaching, al estar desvinculado de la sanidad y ser básicamente la aplicación de principios de la psicología y otro tipo de técnicas en el mundo de la empresa (...) nació con una mentalidad propia de un mundo donde el rendimiento , la competitividad y el beneficio son lo único importante" (pags. 116-8).
  • Crítica a la "autoayuda" y determinadas corrientes terapeúticas de "psicólogos miopes":
"En las consultas, libros de autoayuda, prensa, redes sociales, conferencias y pódcast del tema se habla mucho de superación y poco de aceptación; de esfuerzo y sacrificio  poco de autocuidado y descanso; de vencer la procrastinación y poco de entender de dónde viene; de inflar el autoconcepto para gustar y gustarnos y poco de amarnos incondicionalmente; de lograr cosas y poco de no necesitarlas; de automanipularnos y "hackearnos" para ser más capaces y poco de entendernos y ser conscientes; del influir en los otros y poco de entenderlos o conectar realmente con ellos; de lo que hace la persona y poco de lo que realmente es o cómo se siente" (pág. 119).

  • Cuestionamiento de algunas praxis de orientadores escolares:
" He leído programas de orientadores y psicólogos escolares que plantean que en la hora de tutoría se elija a un alumno y que todos los copañeros tengan que escribir tres cosas que les gusten de él y luego le den lo que han escrito. ¿Así, obligados? ¿Y si ese niño le putea o simplemente se lleva val con otro, ése también tiene que alabarle? La parodia de "el día de Bart" de los Simpson ya metió el dedo en la llaga de los frágiles y forzados narcisismos que estamos creando" (pá´g. 102).

  •  Sobre la autoestima:

"Los beneficios que obtenemos al trabajar la autoestima se ven lastrados al fomentar otros procesos que parecen más lesivos (...) la autoexigencia y la autocrítica, el perfeccionismo, el compararnos todo el día con los demás, el sobreesfuerzo para obtener logros, el bienestar inestable basado en la dependencia de éstos, el hipercontrol para cumplir los estándares que determinarán la evaluación (y su bienestar), la insatisfacción permanente, la no aceptación de nosotros mismos (...) 

Y es que el problema no está en las investigaciones o las ´tecnicas para aumentar la autoestima, sino en el mismo planteamiento del término, en su idea de base.

Un mierdón bien gordo que nos hemos comido los psicólogos con el tema de la autoestima, para qué nos vamos a engañar. Y una buena moto que vendimos, y seguimos vendiendo, a toda la sociedad. Pues, a pesar de la evidencia de que no funciona (o siendo más precisos, no tanto como se creía), es algo que sigue en el centro de la divulgación en psicología y en la intervención terapéutica" (pág. 100).

  • "Obsesionados con los objetivos":

"La psicología y el mundo del desarrollo personal (...) compraron esta premisa, y sin mucho planteamiento crítico al respecto, se lanzaron a la búsqueda de medios y técnicas para ayudar (...) a alcanzar logros que les ayudasen a mejorar su "valor" como personas.

La búsqueda de la felicidad y el bienestar emocional pasó a ser dependiente de alcanzar objetivos, (...) de modo que objetivos y felicidad parecen sinónimos. "Sólo podrás ser feliz si te marcas y alcanzas tus objetivos" sería una especie de mantra que se repite machaconamente, sin parar (...)

Con estos argumentos y la presión que nos meten, no queda otra, pues, que poner toda la carne en el asador y dejarse los higadillos en intentar alcanzar los objetivos (...)

Tienes que salir de tu zona de confort. Así, en imperativo, sin opción de pensar sinos apetece, nos merece la pena o qué pollas (...)

Si no lo haces, eres un mierdecilla que no consigue logros, así que, ¿cómo vas a ser feliz, tener autoestima o estar contento consigo y tu vida? (pág. 110-1).

 El problema no son los objetivos, el problema es la dependencia del logro y el miedo a no ser suficientemente buenos (...) es ser esclavo de ellos (...) El problema no son los objetivos, el problema es que yo sea un medio para ellos y no al revés (...) es creer que conseguirlos te dará la felicidad o te curará de tu problema de salud mental" (pág. 113). 

(...) he visto muchas personas jodidas no por no conseguirlos (sus objetivos), sino por el verdadero maltrato al que se someten por no cumplirlos precisamente obsesionados con este mensaje ( y que, básicamente, es la razón que me motivó a escribir este libro)" (págs. 115-6).
  • Importancia de la Filosofía en los planes de estudio:
" Creo que debemos reivindicar la puesta en valor de disciplinas como la filosofía en el sistema educativo para que nos ayude a ser críticos con el mensaje social y a hacernos nuestras propias preguntas y dotarnos de herramientas de análisis para encontrar nuestras propias respuestas" (pág. 189). 

  • Meritocracia ¿sí o no? 
"Al igual que la mentalidad del consumismo y su perfeccionismo se ha extendido (...) otra idea que se ha generalizado es el de la meritocracia (...) muy mal entendida (...)

¿Cómo ha afectado la meritocracia a la hora de concebir, relacionarnos y valorar a los seres humanos?

Esta idea, poco a poco, ha ido evolucionando hasta el planteamiento de que el valor de un individuo depende de sus capacidades y de su productividad, no sólo para temas de trabajo y dinero, sino para todo (...)

La sociedad actual nos dice que nuestro valor está condicionado por el nivel de éxito y perfección que alcanzamos en las distintas áreas de nuestra vida, nuestro aspecto físico (...), inteligencia, lo graciosos que somos (...)

Es algo parecido a lo que pasa con las vacas: la que da más leche, tiene la carne más tierna o es más joven tiene más valor (...)

Esta narrativa determina no sólo cómo las personas se perciben, sino que tiene muchas y profundas consecuencias: cómo tratamos a los otros, cuánto nos importan o nos reocupamos por ellos. De hecho, no sólo a los demás sino también a ti mismo " (pág. 57-8).

Autocrítica:

Antes de que se las hagamos, el mismo autor se adelanta y escribe:

"El caso es que, más o menos, las críticas que suelen hacerme se catalogan en tres tipos:

A) Dices muchas palabrotas (...)

B) Te repites mucho (...)

C) El tuyo es un mensaje para débiles y gente que no quiere avanzar (pág. 244).

Una última anotación ortográfica:

En las citas he incluido la tilde a todos los pronombres demostrativos y al adverbio de modo sólo -equivalente a solamente- que en el texto aparecen sin tildar.


Citas:

  • La paradoja del gato de Schorödinger.
  • Fritz Perls: "Si necesitas aliento, alabanza, la palmada en la espalda de todo el mundo, entonces, haces de todo el mundo tu juez" (pág. 84).
  • Pintada anarquista en la facultad de Sociología en Granada: "Cuando algo es gratis, el producto eres tú" (pág. 91).
  • Marco Aurelio, emperador romano y folósofo estoico hablaba de cómo la búsqueda del placer ocupa el vacío de una vida sin principios.

  • Nietzsche "reivindica la necesidad de tener un porqué íntimo y libremente elegido para hacer frente a la adversidad de la vida" (pág. 188): "El ser humano puede con cualquier cómo cuando tiene un buen porqué" (pág. 267).
  • Kierkegaard, filósofo existencialista: "También yo he sentido la inclinación a obligarme, casi de una manera demoníaca, a ser más fuerte de lo que en realidad soy" (pág. 141).
  • "Es muy aventurado ser uno mismo. Es más fácil y seguro ser como los demás" (pág. 269). 
  • Película: El lobo de Wall Street" (pág. 50).
  • Parodia de "el día de Bart" de los Simpson (pág. 102).
  • Novelas:
- La cura Schopenhauer, de Irvin D. Yalom (pág. 241).
- El hombre en busca de sentido (pág. 265-6).
- Jantipa o del morir (pág. 272).

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